Es una psicoanalista especializada en parejas que fue entrevistada en el Periódico de Catalunya el pasado 18 de marzo, y que pensaba resumir para el blog pero al ver que era muy corta y que las sus palabras eran muy importantes, transcribo tal cual fue publicada.
¿Cuándo pide ayuda una pareja? Vienen cuando uno de los dos empieza a sospechar que el otro quiere separarse. O por una cuestión de infidelidad, que, entendida en un sentido amplio, significa que uno de los dos ha roto el pacto implícito que los mantenía juntos. También piden ayuda cuando la mujer, pasados los 40 años, decide estudiar, hace una carrera universitaria, adquiere una profesión y se transforma en una persona que el marido no reconoce.
¿A qué pacto se refiere? A todo eso que una pareja va hablando y construyendo: qué vida quieren juntos, qué planes tienen, cómo afrontarán los hijos, si hay. Todo eso. No hay pacto escrito, es como un acuerdo tácito que se traza a lo largo de los años. Si uno de los dos lo rompe, lo sufren ambos, porque el que provoca la crisis sabe que se juega algo importante. En esa fase dicen frases características: "Este/a no es la pareja con quien me casé", o "estás muy cambiado/a", o "es que te importan más otras cosas que yo".
¿Por qué se rompe? El motivo puede ser económico, profesional o por un cambio en el interés sexual, donde a veces subyace la dificultad de asumir que se envejece. Que la mujer acepte un trabajo en Bruselas, por ejemplo, puede dar problemas. Si es el hombre el que trabaja en Madrid y viene los fines de semana no pasa nada, pero, a la inversa resulta un espanto que pone patas arriba la vida matrimonial.
¿Quién propone hacer terapia? En general, el que quiere separarse. A la inversa es muy dificil. Quien intenta romper utiliza la extorsión sentimental: "Este es el último intento, y si no vienes me separo de ti". El otro accede. Si quien lo propone no quiere separarse, lo habitual es que le respondan: "Haz tú la terapia".
¿Cuál es el desenlace? Cuando uno de los dos ha decidido separarse, el final es la separación, salvo excepciones. Si no lo hacen en el primer intento, lo harán en el siguiente. Si hay deseo de separación es que algo fundamental de aquel pacto se ha roto.
¿Suele haber terceras personas? Yo lo plantearía al revés: raramente aparece una tercera persona que sea la causa de la separación. Esa persona surge cuando uno está con el deseo y la mirada atentos para captar la seducción. Salvo esas parejas que son infieles desde el primer día porque eso es parte del pacto.
¿Acuerdos de infidelidad? Sí. Esto, en algunos sectores no ha variado. Es decimonónico, pero tiene nuevas versiones, más ventajosas: ahora no hay que ponerle un apartamento a la amante, porque, normalmente, es una profesional autónoma que tiene su coche, su casa y sus hijos. Y puede estar también casada.
¿Qué sentido tiene hoy en día tener un amante y seguir casado? Hay un texto de Freud que explica por qué algunos hombres necesitan separar el sexo del amor. Dice que el amor tiene que ver con el vínculo de la madre, y con la madre no se practica sexo. Entonces, en casa está la persona que se ama y fuera la destinada al sexo. Esto también le pasa a las mujeres. Ser hombre o mujer no depende del sexo biológico, sino de la posición que se adopta en la vida.
¿Separarse es ahora más fácil? Ahora las parejas se pueden separar con más libertad, tienen más recursos, aunque en los periódicos vemos cada día a un montón de mujeres agredidas o muertas por hombres que no toleran la separación.
Sí. ¿Y por qué?
La vida en pareja debería apoyarse en una renuncia. Es un concepto psicoanalítico: él renuncia a que no lo tiene todo para ella, y ella renuncia a que ella no lo es todo para él, ni él todo para ella. Pero, curiosamente, las frases de amor están llenas de lo contrario: "Tú lo eres todo para mí" o "tú tienes todo lo que yo necesito".
Son metáforas. Si eso se toma como metáfora, fantástico. Pero si se lo creen de verdad, porque la Iglesia dice que estarán juntos hasta que la muerte los separe, significa que los hombres que matan a esas mujeres están actuando como completos cristianos: ¿hasta la muerte?, pues van y la matan. Parece que nadie se da cuenta de la locura de esas frases, que son peligrosísimas si alguien se las cree. Inconscientemente, por supuesto. Nadie lo es todo para otro.
¿Qué es la pareja? Esto es muy importante. El psicoanalista francés Jacques Lacan dijo: "Amar es dar lo que no se tiene a cambio de lo que no se es". Y creó un neologismo para explicar el concepto de enamoramiento: lo llamó odioamoramiento. El odio no es más que la otra cara del amor, y lleva incorporado el "miento". Así se arma el amor: con odios, amores y mentiras. Malentendidos que se van tejiendo, no mentiras conscientes.
¿Qué tienen las que funcionan? Un requisito es el amor. Va cambiando, pero es fundamental. Otro, ser divertidos. Divertirse juntos.
¿Cuándo pide ayuda una pareja? Vienen cuando uno de los dos empieza a sospechar que el otro quiere separarse. O por una cuestión de infidelidad, que, entendida en un sentido amplio, significa que uno de los dos ha roto el pacto implícito que los mantenía juntos. También piden ayuda cuando la mujer, pasados los 40 años, decide estudiar, hace una carrera universitaria, adquiere una profesión y se transforma en una persona que el marido no reconoce.
¿A qué pacto se refiere? A todo eso que una pareja va hablando y construyendo: qué vida quieren juntos, qué planes tienen, cómo afrontarán los hijos, si hay. Todo eso. No hay pacto escrito, es como un acuerdo tácito que se traza a lo largo de los años. Si uno de los dos lo rompe, lo sufren ambos, porque el que provoca la crisis sabe que se juega algo importante. En esa fase dicen frases características: "Este/a no es la pareja con quien me casé", o "estás muy cambiado/a", o "es que te importan más otras cosas que yo".
¿Por qué se rompe? El motivo puede ser económico, profesional o por un cambio en el interés sexual, donde a veces subyace la dificultad de asumir que se envejece. Que la mujer acepte un trabajo en Bruselas, por ejemplo, puede dar problemas. Si es el hombre el que trabaja en Madrid y viene los fines de semana no pasa nada, pero, a la inversa resulta un espanto que pone patas arriba la vida matrimonial.
¿Quién propone hacer terapia? En general, el que quiere separarse. A la inversa es muy dificil. Quien intenta romper utiliza la extorsión sentimental: "Este es el último intento, y si no vienes me separo de ti". El otro accede. Si quien lo propone no quiere separarse, lo habitual es que le respondan: "Haz tú la terapia".
¿Cuál es el desenlace? Cuando uno de los dos ha decidido separarse, el final es la separación, salvo excepciones. Si no lo hacen en el primer intento, lo harán en el siguiente. Si hay deseo de separación es que algo fundamental de aquel pacto se ha roto.
¿Suele haber terceras personas? Yo lo plantearía al revés: raramente aparece una tercera persona que sea la causa de la separación. Esa persona surge cuando uno está con el deseo y la mirada atentos para captar la seducción. Salvo esas parejas que son infieles desde el primer día porque eso es parte del pacto.
¿Acuerdos de infidelidad? Sí. Esto, en algunos sectores no ha variado. Es decimonónico, pero tiene nuevas versiones, más ventajosas: ahora no hay que ponerle un apartamento a la amante, porque, normalmente, es una profesional autónoma que tiene su coche, su casa y sus hijos. Y puede estar también casada.
¿Qué sentido tiene hoy en día tener un amante y seguir casado? Hay un texto de Freud que explica por qué algunos hombres necesitan separar el sexo del amor. Dice que el amor tiene que ver con el vínculo de la madre, y con la madre no se practica sexo. Entonces, en casa está la persona que se ama y fuera la destinada al sexo. Esto también le pasa a las mujeres. Ser hombre o mujer no depende del sexo biológico, sino de la posición que se adopta en la vida.
¿Separarse es ahora más fácil? Ahora las parejas se pueden separar con más libertad, tienen más recursos, aunque en los periódicos vemos cada día a un montón de mujeres agredidas o muertas por hombres que no toleran la separación.
Sí. ¿Y por qué?
La vida en pareja debería apoyarse en una renuncia. Es un concepto psicoanalítico: él renuncia a que no lo tiene todo para ella, y ella renuncia a que ella no lo es todo para él, ni él todo para ella. Pero, curiosamente, las frases de amor están llenas de lo contrario: "Tú lo eres todo para mí" o "tú tienes todo lo que yo necesito".
Son metáforas. Si eso se toma como metáfora, fantástico. Pero si se lo creen de verdad, porque la Iglesia dice que estarán juntos hasta que la muerte los separe, significa que los hombres que matan a esas mujeres están actuando como completos cristianos: ¿hasta la muerte?, pues van y la matan. Parece que nadie se da cuenta de la locura de esas frases, que son peligrosísimas si alguien se las cree. Inconscientemente, por supuesto. Nadie lo es todo para otro.
¿Qué es la pareja? Esto es muy importante. El psicoanalista francés Jacques Lacan dijo: "Amar es dar lo que no se tiene a cambio de lo que no se es". Y creó un neologismo para explicar el concepto de enamoramiento: lo llamó odioamoramiento. El odio no es más que la otra cara del amor, y lleva incorporado el "miento". Así se arma el amor: con odios, amores y mentiras. Malentendidos que se van tejiendo, no mentiras conscientes.
¿Qué tienen las que funcionan? Un requisito es el amor. Va cambiando, pero es fundamental. Otro, ser divertidos. Divertirse juntos.
Publicado en El Periódico de Catalunya 28/3/2009
(el enlace podría cambiar).