dijous, 12 de novembre del 2009

La Vasija



El día que Vasudeva, el primogénito del poderoso comerciante Kawasami, comunicó a su padre que quería ser un sramana para vivir de la caridad y encontrar el camino, causó una gran decepción en el seno de su enriquecida familia. Discutieron. Su padre consideraba aquello como una deshonra a su casta y posición. Pero nada ni nadie pudo impedir que se marchase en pos de la verdad. Se llevó de acompañante a Govinda, su fiel e inseparable amigo desde la infancia. Cada uno trajo consigo un pequeño atillo con los escasos enseres que un caminante podía llevar. Govinda se extrañó de que su amigo tuviese por equipaje una pequeña pero alargada vasija, quizá del tamaño de una botella como las que habían visto en las tabernas de los ingleses en Dehli. Pero no se atrevió a preguntarle por temor de que su amigo y a quien consideraba hermano mayor, se pudiese enojar.
Cuando ya habían transcurrido cerca de dos semanas desde su marcha, empezaron a atravesar una zona muy árida donde no había ríos ni arroyos y, apenas se podía localizar alguna fuente. Así los escasos manantiales registraban largas colas de sedientos, que una vez satisfecha su necesidad, se volvían a enganchar, como si temiesen que aquel hontanar fuese el último de la Tierra.
—Hermano —dijo Govinda—, ¿No nos vamos a detener para beber agua? Aunque puedo aguantar como sabes sin mucho alimento, no sucede lo mismo cuando se trata de tener sed.
—También la sed debe ser dominada, hermano. En el camino saciaremos nuestras necesidades —respondió Vasudeva.
Así prosiguieron su recorrido en precario y con gran dificultad. Llevaban ya sucedidas tres jornadas desde que pasaron junto a la última fuente. Hicieron un alto en su deambular para reponer con la respiración el alimento que no tenían.
Ya, recuperados, Govinda se decidió:
—Vasudeva, amigo, hermano, guía, ¿puedo humildemente hacer una pregunta sin que te incomodes?
—Por supuesto —respondió sin sorpresa Vasudeva.
—¿Por qué transportas contigo esa vasija vacía, si por aquí no hay ni ríos ni lagos y tampoco hay veneros donde llenarla?
—Govinda, amigo mío, nunca se sabe —respondía.
Reemprendieron la marcha y al poco, las nubes cubrieron todo el cielo. Empezó a soplar un viento más frío pero agradable en aquellos lugares. No pasó mucho más tiempo hasta que las primeras gotas de una fina lluvia empezaron a mojar el suelo. La precipitación empezó a ganar intensidad. En ese momento, Vasudeva extendió la vasija y la mantuvo sujeta hasta que se llenó. La ofreció a Govinda que sin preguntar se bebió todo el contenido. La mirada de Vasudeva evitó que éste pidiese disculpas. Ambos sabían que estaban muy sedientos. Repitieron varias veces el gesto de llenar y ofrecer la bebida hasta que no necesitaron más. Vasudeva guardó el recipiente lleno y se dirigió a Govinda:
—Hemos tenido suerte amigo mío, ha llovido. Pero dime, ¿esa suerte nos hubiese sido beneficiosa sin el recipiente que tanto despertó tu curiosidad y, me atrevo a decir, contrariedad? Hemos tenido suerte, sí, pero la suerte sin el conocimiento y sin la capacidad para gestionarla, no nos habría servido para nada.
—Gracias hermano. Hoy he aprendido mucho, y a partir de ahora cuando alguien en el camino nos hable de su buenaventura no envidiaré su suerte sino su capacidad.

© Manel Aljama (Noviembre 2009)
ilustración Buda y Medicina (fuente: Internet)

dissabte, 7 de novembre del 2009

Autoestima

Resumen de la entrevista a la psicóloga del trabajo, Mónica Mendoza en el programa LUCES EN LA OSCURIDAD de Punto Radio el 15-4-2009.

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y esperituales que configuran personalidad (que se aprende y cambia a partir de los 5 o 6 años de edad, cuando nos formamos el concepto de cómo nos ven y lo nutrimos con nuestras experiencias).

Vamos a hablar de la autoestima, a la que muchos hacen responsable de nuestros fracasos pero también de nuestros éxitos. Y es que a pesar de lo que se crea, la autoestima es importante porque es nuestra manera de percibirnos pero también de valorarnos y a través de ella podemos moldear nuestras vidas tanto para bien como para mal.

  • ¿Pero qué ocurre cuando no tenemos confianza en nosostros mismos?
  • ¿Es por ello que no conseguimos trabajo?
  • ¿Es cierto que la negatividad es uno de los peores enemigo de la autoestima?
  • ¿Cuáles son las claves primordiales para lograr nuestros objetivos?
  • ¿Son la asertividad y el buen humor los puntos fuertes para combatir la falta de responsabilidad?

Descubriremos como podemos aumentar esta autoestima, sobre todo ahora que estamos en tiempo de crisis. Y lo haremos de la mano de Mónica Mendoza, psicóloga del trabajo y miembro del círculo de mujeres de negocios.

—Mónica Mendoza, muy buenas noches
-Hola buenas noches
—Decíamos durante la introducción que es muy importante tener una buena autoestima en tiempos de crisis, sobre todo en aquellas personas que se han quedado en paro, por ejemplo. A este respecto, Mónica, ¿qué tipo de beneficios nos aporta una autoestima positiva en nuestro día a día?
-La autoestima positiva es necesaria para podernos desarrollar como personas y lograr la felicidad, una percepción satisfactoria de la vida. Necesitamos tener la autoestima alta porque con la autoestima alta también fomentaremos compromisos que nos lleven a ser más responables y a aceptar una serie de retos quen nos puedan llevar al éxito. Así mismo, la autoestima positiva, la buena autoestima, nos permite tener relaciones con nuestros iguales mucho más satisfactorias, más basadas en una igualdad.
—En este sentido ¿podemos afirmar entonces que tener una buena autoestima nos hace tener un mayor sentido de la responsabilidad?
—Indirectamente sí. Porque al tener la autoestima elevada, se fomenta la capacidad de adquirir compromisos. Al tenerla elevada tú te ves capaz de afrontar una serie de retos que sin tenerla elevada no te ves capaz. En el momento en el cual que te vez capaz ya inicias tareas que te puedan llevar al éxito o al fracaso, pero al menos las inicias, lo pruebas.
—Ásí mismo unos de los aspectos importantes para lograr una auotestima positiva es entonces tener confianza en nosotros mismos. ¿De qué modo podemos lograr esa seguridad que tanto ansiamos en muchas ocasiones?
—El truco, porque tampoco hay fórumulas mágicas, está en nosotros mismos. La manera de poder lograr esta seguridad. Primero empieza por aceptarnos tal y como somos. Que somos altos, que somos bajos, que somos gordos, que somos delgados... Aceptarnos tal y como somos, no queriendo parchear cosas que no somos. Sí que es verdad que los medios de comunicación nos imponen unos modelos a seguir, que nos presionan, consciente o insconscinetemente y que ayudan a que nuestra autoimagen no sea la más adecuada. Tenemos que aprender a aceptarnos como somos. A identificar en qué momento estoy empezando a dejar de confiar en mí. Y dejar de trasladar mi fracaso a experiencias del pasado. Muchas veces son personas ante problemas o eventos de la vida que no salen bien, lo achacan a experiencias pasadas traumáticas.
—Entonces, Mónica, por lo que dices, en muchas ocasiones somos nosotros mismos, nuestro propio inconsciente quien provoca el fracaso.
—Efectivamente, es nuestro propio inconsciente quien provoca el fracaso. De hecho si nosotros creemos y proyectamos positivismo, nos vendrá positivismo.
—¿Hasta qué punto somos dueños de nuestros propios actos, más de lo que imaginamos?
—Totalmente. Somos totalmente dueños de nuestros actos. Y no sólo de los actos sino de la manera en que yo los percibo. Me explico. Hay actos voluntarios que yo los llevo porque voluntariamente he querido iniciarlos. Y otros acontecimientos en la vida que me vienen sin yo buscarlos. Cuando son positivos no hay problema, el ser humano se adapta fácilmente, pero cuando son negativos tenemos una libertad. ¿Y cuál es esa libertad? Por ejemplo, hay un acontecimiento negativo, como es la muerte de un ser querido o el abandono de un ser amado. Y ese evento no lo puedo cambiar pero sí que puedo cambiar la manera en que yo percibo esa situación.
He estado un año ejerciendo de psicóloga en el centro penitenciario de La Modelo con reclusos que tenían penas de 20 a 30 años. Ninguno podía cambiar la situación, tenían que estar de 20 a 30 años allí en la cárcel. Se les hacía terapia para que ya que la situación no se podía cambiar, ellos aprendían a interpretarla de otra manera. Había dos opciones, los que lo asumían como una pena enorme, una tristeza, cógían y tenían depresiones profundas, incluso intentos de suicidio y luego estaban los que estaban ante el mismo estímulo, que eran los mismos años de condena, lo interpretaban diciendo, bueno, "voy a intentar aprovechar estos años leyendo o estudiando", incluso iniciaron carreras universitarias.

—Sin embargo,¿Cuáles son las claves para aumentar la autoestima? ¿Existe una fórmula mágica para conseguirlo?
La teoría es fácil. La práctica es algo más complejo. Todo es fuerza de voluntad. Es lo de siempre. Hacer régimen ¿es fácil o no? Con el estómago lleno todos tenemos ganas de hacer dieta pero con el estómago vacío nos cuesta. Habilitar hábitos es un esfuerzo importante para el ser humano. Fórmulas mágicas no hay. Pero sí que hay una clave que es "fuerza de voluntad". Fuerza de voluntad para pensar en positivo y redirigir los pensamientos negativos. Hay una técnica en psicología que se llama "Parada del Pensamiento". ¿En qué consiste? Cuando el usuario se detecta a sí mismo pensando en negativo: "no voy a encontrar trabajo", "mira que edad tengo", "mira qué personas más competitivas", "tienen másters, yo no tengo másters", "yo no tengo carrera", etc. etc. Es una espiral que nos va a llevar al desastre y a la baja autoestima. Y esa baja autoestima nos va a provocar que no nos cojan en otros proyectos o trabajos porque ya proyectamos negatividad. ¿Qué es lo que hay que hacer? Pues parada del pensamiento. En el momento en el cual yo me estoy identificando que empiezo a tener pensamientos negativos, redirigirlos a algo positivo que en mi vida me haga ilusión como puede ser el nacimiento o crecimiento de un hijo, una meta, casi siempre personales, no materiales.
—Fíjate que estamos en un momento de crisis, cuántas personas lo veran todo negro. Ahora es cuando tenemos tiempo para hacer lo que de verdad queremos hacer y plantearnos si de verdad lo que estábamos haciendo o trabajando era nuestro trabajo de ley. Es una oportunidad de cambio. Quizá la crisis ya venía de antes porque trabajaba en algo que no me gustaba. ¿Por qué rechazan su propia personalidad las personas? Pues hay que quereses no sólo por nuestras virtudes sino también por nuestros defectos.
—En el momento que te machacan con publicidad: "que tienes que estar delgada", "que tienes que tener los ojos azules", "que tienes que tener 3 carreras y hablar inglés" y si no, no eres nadie en este mundo. Nos ponen unos modelos que son utópicos, tanto en la publicidad como en el cine. El modelo es de éxito profesional y material y no si uno está feliz consigo mismo, a nivel introspectivo. Aceptarlo e intentar que todo esto no nos altere, no nos influyan. Están aumentando dramáticamente los trastornos alimentarios en adolescentes, los suicidios infantiles. Está aumentando en el ser humano la sensación de no sentirse satisfecho consigo mismo. Estamos en el siglo XXI,tenemos todo a nivel material pero estamos en la sociedad de la insatisfacción. Hay un estudio científico sobre mujeres que dice que una hora más tarde de haber leído una selección de revistas típicamente femeninas (con publicidad), la autoestima baja drásticamente.
—Si logras cambiar tu punto de vista, no lograras cambiar tu pasado pero sí, la opinión que tienes de él. Por otro lado, ¿cuáles serían las cargas que tendríamos que quitarnos? ¿De qué tendríamos que liberarnos? ¿Del recncor, por ejemplo?
El rencor es una carga pesada que nos hace infelices y que nos impide avanzar. Tenemos que liberarnos del rencor. Olvidar todas las ofensas que hemos recibido y dejar de mirar en el pasado para mirar en el presente.
—Está claro que sentir rencor no lleva a ningún lado sino a cargarte de energía negativa y meterte en esa espiral que antes comentabas.
—Sí, tenemos que eliminar cualquier sentimiento negativo sobre todo que nos aferre al pasado. Intentamos justificarnos constantemente. Si hay algo que no nos gusta en nuestra vida en vez de buscarlo dentro lo buscamos fuera.

Resumido y adaptado por Manel Aljama (Punto Radio. Luces en la Oscuridad. 15 abril 2009)
Descarga del audio completo: http://www.lucesenlaoscuridad.es/descargas/autoestima_0.mp3