dilluns, 12 d’octubre del 2009

Estrés

Este texto me ha llegado por email y aunque tiene un tono humorístico (probablemente sea un monólogo que tenga autor registrado), no deja de invitar a la reflexión sobre los hombres y mujeres competitivos y todoterreno que creen que viven porque hacen mil actividades que precisamente no les dejan vivir...



He descubierto por qué estamos todos estresados: ¿es imposible hacer en un día todo lo que hay que hacer en un día?

Todos los días hay que comerse una manzana, y un plátano para el potasio. Todos los días hay que beberse dos litros de agua...Bueno hay gente que bebe más, todos conocemos a gente que dice que bebe cinco litros. Que digo yo que éstos no mearán, romperán aguas.

A esto hay que sumar que todos los días hay que tomar un Actimel, para tener "L Casei Inmunitas", que no sabemos lo que es pero por lo visto si no te comes un millón y medio todos los días, ves a la gente borrosa. Todos los días hay que tomar una aspirina para prevenir los infartos y dos dedos de vino y un vaso de cerveza. Bueno, si te lo tomas todo junto, aunque te dé el infarto, ni te enteras.

Todos los días hay que comer fibra, mucha fibra, cuánta mas, mejor. Hasta que consigas cagar una camiseta. Y también te tienes que comer una naranja, para la vitamina C. Y un donut, si quieres tener un día redondo.

Por supuesto, hay que hacer las tres comidas diarias, sin olvidarte que cada vez hay que masticar cien veces... y después lavarte los dientes. Ya sabes que después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea, después del Actimel, los dientes, después del plátano, los dientes...Así hasta que te los desgastes. No te preocupes, ahora ponen unas fundas y para desgastar una funda con un cepillo de dientes hacen falta muchos huevos.

Haciendo el cálculo, sólo en comer se te van cinco horitas. Todos lo días hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, veintiuna. Nos quedan tres. Curiosamente, según las estadísticas, los españoles vemos tres horas diarias la televisión.

Pues ya la hemos liado. Porque todos los días hay que caminar, por lo menos media hora. Y hay que cuidar las amistades. (Porque las amistades son como una planta, hay que regarlas a diario). Y todos los días hay que estar bien informado. Así que hay que leer, por lo menos, dos periódicos para contrastar. ¿Ves? Al menos, esto lo lleva mi padre a rajatabla. Todas las mañanas se lee el As y el Marca.

¡Ah! Y no olvidemos que hay que practicar sexo todos los días, pero sin caer en la rutina, con lo cual, hay que innovar. Por cierto, te recuerdo que después de cada comida hay que lavarse los dientes. También hay que hacer las camas, y barrer y fregar, y poner la lavadora y no te digo ya si tienes perro, lo mejor es suicidarte.

En fin, a mi me salen 29 horas.

La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias cosas a la vez. Por ejemplo, mientras te duchas, puedes abrir la boca y axial vas bebiendo agua. Al mismo tiempo que te secas, puedes comerte un donut metiendo el plátano por el agujero. Y cuando salgas del baño, a la vez que caminas, puedes hacer el amor con tu pareja en la postura de la carretilla, métete una escoba por el culo y vas barriendo. Y tu pareja que vaya viendo la televisión y te lo cuenta. Te queda una mano libre: ¡llama a tus padres! ¡Y bebe vino!, ¡joder¡ Bebe vino...y cerveza...

Por cierto ¿No te vas a apuntar a una ONG? Desde luego...qué falta de...todo

Recopilado y editado por Manel Aljama (octubre 2009)
Nota: Si encuentro el autor de este texto lo reflejaré.