Este chiste o quizá paradoja, demuestra que casi siempre lo válido y más acertado, es lo más sencillo, lo más simple.
¡Para qué tantas complicaciones!
Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de los visitantes (podría ser un político), preguntó al director, qué criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser Internado.
—¡Bueno! —dijo el Director—, hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un balde y le pedimos que vacíe la bañera. De la forma como vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no.
—Ah, entiendo —dijo el visitante —, una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza.
—No —dijo el Director—, una persona normal sacaría el tapón. Usted ¿Qué prefiere: una habitación con o sin vista al jardín?
Recopilado y editado por Manel Aljama (junio de 2010)