Alborota la oxitoncina y nos llena de alegría.
Nos premite ser más pacientes.
Es un remedio perfecto contra el estrés y la ansiedad.
Fortalece la autoestima (sobre todo en los niños).
Libera dopamina: provoca buen humor y motivación.
Ayuda a ponerle mejor cara al dolor (o a un mal momento).
Comunicas muchas emociones sin decir ni una palabra.
Es un shot de fortaleza para el sistema inmunológico.
Equilibra nuestro sistema nervioso.
Es una gran muestra de amor y apoyo.