Este texto se llama Humildad y me ha llegado en powerpoint. Hoy me he acordado mucho y lo cuelgo:
Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
—Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
—Estoy escuchando el ruido de una carreta...
—Eso es, dijo mi padre. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:
—¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió:
- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
—Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.
Nadie está más vacío, que aquel que esta lleno del Yo mismo.
Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio: nutriendo.
Hoy venía en el autobús y la mayoría de la gente habla a gritos. Gritan. Gritan en la televisión, en el parlamento, en el tren. No me dejan leer. Ni Bach ni Beethoven a un volumen considerable para mi lector de mp3 pueden contrarrestar tanta iniquidad. Hacen tanto ruído: Cuanto más vacía está la carreta más ruido hace.
Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
—Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
—Estoy escuchando el ruido de una carreta...
—Eso es, dijo mi padre. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:
—¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió:
- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
—Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.
Nadie está más vacío, que aquel que esta lleno del Yo mismo.
Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio: nutriendo.
Hoy venía en el autobús y la mayoría de la gente habla a gritos. Gritan. Gritan en la televisión, en el parlamento, en el tren. No me dejan leer. Ni Bach ni Beethoven a un volumen considerable para mi lector de mp3 pueden contrarrestar tanta iniquidad. Hacen tanto ruído: Cuanto más vacía está la carreta más ruido hace.
© Manel Aljama (junio 2009)
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