Estos tres momentos son muy difíciles de Dios para compaginarlos y entenderlos. El borracho no habla, el que habla es el vino. El enamorado, no esta enamorado, sino ausente de todo lo que pasa por donde va. El celoso, no lo esta, sino que busca la forma de que lo lleven de la mano hasta para ir a la oficina.
Estos tres momentos son muy difíciles de Dios para compaginarlos y entenderlos. El borracho no habla, el que habla es el vino. El enamorado, no esta enamorado, sino ausente de todo lo que pasa por donde va. El celoso, no lo esta, sino que busca la forma de que lo lleven de la mano hasta para ir a la oficina.
ResponEliminaInteresante punto de vista que complementa el cartel! Gracias mil por tu aportación!
EliminaMás claro...
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